Infarto. Problema que te puede llevar a la muerte.





De pronto vemos que una persona se toca el pecho y se coge el brazo izquierdo, es tan repentino este reflejo que cae al piso y a veces muere en el acto.

Definitivamente algunas dolencias o enfermedades no avisan cuando llegaran, pero hay otras cuya sintomatología puede ayudarnos a prevenir una muerte casi segura.

Muchas veces los síntomas que sentimos no los podemos identificar, pues hay casos en los que no podemos definir que se siente ante tal o cual enfermedad. Sin embargo, siempre es conveniente estar al tanto de lo que podemos llegar a padecer  en un futuro no muy lejano, para así estar preparados en el momento en que tengamos síntomas que no conocemos.

Infarto de miocardio

En esta oportunidad veremos a que se deben los infartos y cómo prevenirlos. El infarto al miocardio es el cuadro clínico originado por así decirlo con la muerte de una porción del músculo cardíaco que se produce cuando se obstruye completamente una arteria coronaria. Esa obstrucción anula el aporte sanguíneo.

Si al músculo cardíaco le falta el oxígeno durante demasiado tiempo, el tejido de esa zona muere y no se regenera.


Para que el corazón funcione adecuadamente la sangre debe circular a través de las arterias coronarias.

Pero estas arterias a veces se estrechan dificultando la circulación. Si el corazón es expuesto a un esfuerzo supremo suelen aparecer trastornos y formarse un coágulo que a su vez puede tapar una arteria semi obstruida. Esta obstrucción, impide el abastecimiento de sangre a las fibras del músculo cardiaco. Al dejar de recibir sangre estas fibras mueren de forma definitivamente.




El infarto de miocardio ocurre cuando un coágulo de sangre (trombosis coronaria) obstaculiza una arteria constreñida. Normalmente el infarto de miocardio no sucede de forma repentina. Puede llegar causado por la arterioesclerosis, un proceso prologado que estrecha los vasos coronarios.

Los infartos nunca llegan solos  siempre están acompañados de otras afecciones corporales como:

  • Afección vascular.
  • Obesidad.
  • Enfermedades  propias del corazón.

Eso no quiere decir que nadie está exento de sufrir un infarto, por esa razón debemos estar alertas a determinados síntomas con los cuales se detectan un probable infarto, tales como:

  • Es frecuente sentir dolor en el pecho y parte del brazo izquierdo.
  • Puede haber dolor en la mandíbula y espalda,  s muy poco frecuente en el abdomen.
  • Probablemente en el momento del infarto se tenga dificultad para  respirar, mucho frio, la piel húmeda y muchas ganas de vomitar hasta desmayarse.
Tratamiento del infarto

Se asegura que un ataque al corazón puede generar de manera inmediata una insuficiencia cardíaca, es decir  el corazón deja de bombear la sangre eficientemente provocando arritmias. Ante esto, si el paciente no llega pronto a un hospital para ser atendido puede  morir.

Cuando se presenten esos casos es conveniente dar aviso a un médico, o en caso extremo, llamar a la ambulancia para ser trasladado al hospital, allí le proporcionarán analgésicos potentes, oxígeno, diuréticos, anti-arrítmicos y betabloqueantes, etc.

Probablemente le den al paciente una dosis de trombo líticos para disolver posibles coágulos de sangre en las arterias.




En casos extremos se usa la terapia de la angioplastía, que pretende ensanchar una arteria del corazón; eso se logra mediante la introducción de un tubo a través del brazo
Finalmente si nada funciona e practica un bypass, que se hace con una cirugía a la arteria del corazón.

El riesgo de padecer un infarto puede prevenirse siguiendo algunas pautas de vida saludable:

  • Dejar de fumar.
  • Llevar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, legumbres y cereales.
  • Hacer ejercicios físicos.
  • Evitar las bebidas alcohólicas.

Evita ingerir los alimentos de origen animal, pues en estos se concentran una gran cantidad de toxinas que provocan reacciones en los seres humanos que pueden resultar muy peligrosas.

Indudablemente que no se pude cortar de plano con la ingesta de carne y lácteos, pero eso si se debe evitar consumirlos lo menos posible, primero comiendo vegetales y luego en forma paulatina irlos cambiando, ingiriendo: vegetales crudos, zumos, frutas, leguminosas, semillas y algunos frutos secos como nueces o almendras. Con esto los niveles de grasas saturadas disminuye, y el riesgo de padecer infartos se reduce de forma considerable.

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