Gastronomía argentina. Pan de Argentina.





Si quieres comer carne en abundancia y a la europea, date un viajecito hacia Argentina, aunque no lo creas, Argentina siendo un país sudamericano su comida se caracteriza por haber recibido gran influencia europea.

En la gastronomía Argentina se ha enriquecido también con el aporte de la gastronomía criolla, indígena, italiana, española, e incluso algunos pequeños influjos del África subsahariana, debido a los esclavos que llegaron desde África al territorio que actualmente es Argentina.

Otro factor concluyente es que Argentina es uno de los mayores productores agrícolas, pues es un excelente productor de trigo, poroto, choclo o maíz, carne y leche desde los años 1970.

Aunque existen comidas argentinas comunes en toda la extensión del país como: los asados y el chimichurri; los churrascos; el dulce de leche; las empanadas; y el mate este último como una infusión, se distinguen cuatro regiones gastronómicas principales.


Durante el siglo XX ha sido común que la gente pidiera en las pizzerías porteñas, rosarinas o cordobesas "moscato, pizza y fainá", es decir un vaso grande del dulzón vino moscatel (o moscato) acompañado por dos porciones triangulares sobrepuestas, la inferior de fainá y la superior de pizza.


Platos de argentina

Dentro de la gastronomía Argentina se tiene una diversidad de platos como



Las pizzas argentinas, comúnmente pronunciadas pisas, son diferentes a las de origen italiano en muchos casos son más próximas a algunas variedades italianas de "calzoni". Pizzas típicamente o exclusivamente argentinas son la "pizza canchera" o "pizza de cancha", la "pizza rellena", "la pizza por metro", la "pizza a la parrilla", etc.

Por lo común las pizzas argentinas van cubiertas con salsa de tomates y un queso tipo mozzarella (llamada en Argentina frecuentemente musarela), a esta variante "económica" se le suman las cubiertas con salsa de tomate, queso, anchoas, jamón cocido, aceitunas y pimientos morrones, en ocasiones se le añade huevo.

Preparaciones menos comunes son las que sustituyen el jamón por el salame ("pizza calabresa"), o las que poseen rodajas de ananá, palmitos, diversos hongos, y mariscos. La pizza argentina deriva de la cocina napolitana mientras que la fugaza argentina deriva de la focaccia zeneize (genovesa), pero es bastante diferente la preparación argentina de la italiana. Más aún, la "fugaza con queso" es invento argentino.

Sin embargo, las pastas superan a las pizzas en cuanto al nivel de consumo que tienen. Entre las pastas se cuentan principalmente los tallarines, ravioles, ñoquis, canelones, fetuchines o "cintitas", lasañas y tarteletis, en menor medida los mostacholes (los llamados penne rigatte es decir: "plumas rayadas" en Italia) aunque en Argentina frecuentemente los mostacholes son muy usados como "fideos guiseros junto a los "moñitos" (en italiano farfalle es decir "mariposas" o los "tirabusones) .




En las pastas rellenas es frecuente el uso de la ricota, producto lácteo semejante a la cuajada que también es muy usado para hacer postres como tartas y "redondos de ricota". Casi siempre estas pastas son consumidas al modo argentino, llamado con la frase de origen italiano all'uso nostro (al uso nuestro).

También, aunque menos frecuente, es el consumo de las pastas con pesto. Esta salsa verde se hace en Italia en base a albahaca pestata o machacada, pero en Argentina los inmigrantes -al no encontrar albahaca suficiente- inventaron un pesto criollo hecho con perejil machacado. Actualmente se consumen ambas variantes.

También se usan otras salsas para aliñar a las pastas: salsa blanca, salsa rosa, pomarola, putanesca, fileto, salsa portuguesa, salsa blanca o bechamel (la salsa blanca es de mucho menor consumo que las basadas en tomates aunque suelen prepararse platos en los que se mezclan tucos -u otras salsas rojas- con salsa blanca o bechamel- como es en el caso de los canelones a la Rossini). Algunas son demasiado elaboradas y por esto no son de consumo frecuente, como la salsa de salmón.

En cuanto a la salsa criolla puede usarse para las pastas es más utilizada para acompañar platos hechos principalmente en base a carnes, la salsa parrillera tiene semejanzas con la salsa criolla y ambas con el chimichurri, siendo más semejante al chimichurri la salsa parrillera.

Las empanadas, aunque son típicamente cono surenses también tienen antigua prosapia española, más exactamente andaluza, y en Andalucía derivaron de las lahmayim, la sfiga y fatay del Cercano Oriente y ciertos calzones rellenos.

Pan de Argentina

El pan más común en Argentina suele ser llamado "francés"; el pan blanco argentino está hecho con harina de trigo refinada amasada con agua hasta formar "bollos" que se hornean hasta adquirir un color de "cáscara" dorado o amarillento y la miga bien blanca y esponjosa.

Otras formas de pan muy comunes en el campo argentino son las llamadas pan casero; lo más frecuente es que el pan casero sea redondo y tenga "burbujas" relativamente grandes porque tiene menos aditivos (por ejemplo menos levadura de cerveza) y son cocidos en semicirculares hornos campestres caseros moldeados con forma de domo utilizando barro o adobes (estos hornos son calentados desde abajo ya que abajo del domo de adobe se encuentra el fogón).

Pebete es practicamente una variedad del pan de Viena, las dos principales variedades de P.B.T. (iniciales de "pan blanco tostado") o pebete son usadas o para hacer sándwiches de tipo hot dog (es decir un fast food global en lugar de ser una típica comida argentina) o para hacer diversos sándwiches (entre ellos otro fast food global muy difundido en Argentina desde la segunda mitad de los 1960.

Pan lactal como su nombre lo indica el "pan lactal" es una especie de pan amasado con leche. El pan lactal suele usarse cortados en rebanadas en los hogares de las grandes ciudades argentinas para hacer tostadas o para realizar improvisados sándwiches con diversos ingredientes (por ejemplo un sándwich de dos rebanadas de pan lactal con queso fresco y jamón cocido o si no jamón crudo, o un sándwich de pan de dos rebanadas de pan lactal entre las cuales se encuentran una feta de queso fresco y una feta de dulce de batata).

Pan de miga: por su contextura esponjosa y tierna se parece mucho al pan lactal aunque sus hormas son mucho más grandes y se las rebana más fino en rectángulos; el pan de miga se usa, tras ser descortezado, casi exclusivamente para ser transformado en tapas de los populares sándwich de miga.

Pan negro; en Argentina se suele llamar "pan negro" a todo pan cuya miga es oscura, marrón, por lo general el pan negro se amasa a partir de harina de cebada (producida en la región pampeana); con el pan negro se confeccionan en ocasiones tapas para los ya citados sándwiches de miga, aunque su consumo suele ser preferido por aquellos argentinos que siguen dietas ricas en fibras.

Muchas veces el pan negro de cebada y/o de centeno suele ser condimentado con granos de sésamo, de kummel es decir comino etc. Desde los 1960 los panes negros son relativamente costosos en Argentina ya que predomina la producción de harina de trigo y de soja.

Sin embargo, en los 1950 gran parte de la población de clase media y alta argentina se quejaba del gobierno de entonces ya que estaba restringida la producción de pan blanco esto por una sequía que mermó a las cosechas de trigo y con ello la producción de pan blanco, en esos pocos años de los 1950 se expendía barato el "pan negro" aunque no gozaba de aceptación masiva sino solo en los inmigrantes y argentinos hijos de inmigantes provenientes de Europa Central y de Europa Oriental.

El influjo francés se nota en la omelette o "tortilla de huevos", rellena muchas veces con dados de "queso fresco" o incluso otros alimentos como fiambres, que se envuelven al enrollar la omelette.

El influjo británico se nota en menor medida con el consumo de panqueques (muchas veces rellenos con dulce de leche).

El influjo teutónico ha sido mucho menor que los mediterráneos, sin embargo es muy llamativo en la repostería y confitería. Casi todas las llamadas facturas tienen un origen teutónico.

Las medialunas (así se escribe y dice aunque los "puristas" consideren que existe un anacoluto, no se dice "medias lunas" en Argentina), más conocidas en gran parte del planeta con el nombre francés de croissant (-luna- creciente), o cornetto en Italia
La preparación de jamones es directamente heredera tanto de los jabugos españoles, como de los prosciuti de Parma (Italia).

Los jamones argentinos más afamados suelen ser los jamones serranos procedentes de las Sierras de Córdoba y su entorno.

quinua y el amaranto; en las zonas más húmedas abundan los porotos, tomates, zapallos, ajíes, el pimentón, la palta, el cayote, etc.

Las especies alóctonas también se destacan en la región del Noroeste Argentino y Cuyo: excelentes vides (destaca el vino Malbec), olivos (se destaca una variedad de aceituna típica de la Argentina, variedad conocida como "Arauco"), nueces, duraznos, peras, cebollas, cuaresmillos, arándanos, ajos, damascos, ciruelas, higos, membrillos, kiwis.

En las zonas más húmedas es grande la producción de: caña de azúcar, porotos, papas, mangos, bananas, cítricos (en especial el pomelo y la mandarina) y paltas; en las zonas más frescas correspondientes al Cuyo prosperan los manzanos y la vid.

Otro plato típico de la región (si bien difundido a todo el país) es el locro (un suculento guiso preparado principalmente con granos de maíz y porotos), considerado casi como el plato nacional argentino–. Existen diversas variedades de locro (por ejemplo el huascha locro o locro pobre), siendo el mote una especie de locro y una preparación semejante el frangollo.

Por otra parte, en esta zona es frecuente la preparación de tamales y humitas en chala. Otras especialidades culinarias de esta región argentina son los alfeñiques, orejones, la chancaca, la patasca, el pastel de choclo, el charqui, el charquicán, el tomaticán o tomatada, hoy típico de Cuyo, confeccionado con tomates y huevos.

En las áreas rurales se prepara el patay, especie de bizcocho elaborado con harina de algarrobo criollo y el chipaco, que es como un pan con chicharrones, el cual es llamada "zemita" en partes de Cuyo. Entre los postres figuran el anchi, la capia , los huevos quimbos, el postre llamado jesuitas y el turrón salteño).

Con la vaina del algarrobo se elaboran alimentos y bebidas artesanales: el patay (una especie de pan), el bolanchao (postre), una bebida refrescante (la añapa) y una especie de cerveza llamada aloja.

También se produce una gran variedad de dulces, algunos de ellos de consumo masivo en todo el país: dulce de batata y dulce de membrillo; con estos y queso fresco se preparan los postres llamados fresco y batata y postre vigilante, muy comunes en casi cualquier parte de Argentina.

Un postre simple típico del Noroeste Agentino es el quesillo de cabra con miel de caña o con dulce de cayote , mientras que uno de los postres típicos de Cuyo –
 En el norte del Noroeste existe un postre semejante basado en harina desecada de diversos cereales llamado chuño. Un postre que desde esta zona se dinfundió por toda la Argentina es la mazamorra (siendo apreciada la variante de mazamorra con leche), cabe aclarar que esta preparación fue muy consumida durante la época colonial y hasta principios del siglo XX en toda Argentina, mientras que en la actualidad su consumo ha disminuido.

La región cuyana es afamada por las preparaciones artesanales en base a frutas desecadas como lo son los orejones de damasco, manzana, membrillo, durazno, las pasas de uvas, ciruelas disecadas, etc. Con los duraznos (y también damascos -o albaricoques-) macerados en almibar se preparan conservas los llamados pelones. Otro dulce apreciado en el Noroeste argentino y la parte norte de Cuyo, es el arrope (el de chañar, tuna, higo, e incluso de uva), aunque los más apreciados son los de chañar y el de tuna.

Cuatro notas principales caracterizan a las producciones alimentarias de esta región: la mandioca, el maíz, los porotos, el zapallo, los pescados de aguas dulces y el mate.

La mandioca hace que muchos platos del Noreste Argentino sean idénticos ó muy semejantes a los paraguayos y cruceños. El chipá (o la chipa), es un pancito preparado a base de almidón de mandioca y queso duro, que las migraciones internas están difundiendo en casi todo el Cono Sur.

Algunas variantes del chipá o chipa son: el chipá mbocá, el chipá avatí y el chipá los cuales se elaboran en el Noreste argentino debido al legado guaraní-jesuita dejado en la región. El almidón de mandioca (tapioca) es también la base del mbejú (dicho mbeyú o beyú).

En esta zona, las empanadas suelen tener sus "tapas" realizadas muchas veces con harina de mandioca en lugar de harina de trigo. Además, la alta disponibilidad de arroz hace que muchas veces el relleno de las empanadas sea parcial o casi totalmente de arroz (en Entre Ríos se encuentran curiosas empanadas de arroz con leche que pueden estar emparentadas con las cruceñas).

La carne de carpincho (o capibara) y de yacaré ha sido importante en la alimentación de los pueblos originarios. Con la cola de yacaré que provee tiernos filetes (o "lomitos") se suelen preparar milanesas.

El carpincho es el mayor de los roedores del planeta y suele pasar gran parte de su vida en el agua, su carne se considera muy sabrosa pese a la aprensión que puede provocar. Una forma tradicional de cocinar el carpincho (forma que se usa ocasionalmente para reses vacunas y otras) consiste en eviscerar el animal e introducirle piedras calentadas al rojo en su interior.

Por otra parte los asados de vacunos suelen ser hechos actualmente a partir de razas hibridadas con cebú como la brahmā y el brangus. Un asado típico del noreste es el churrasco al espadín.

La zona más seca (la más occidental) de la región chaqueña tiene como postre típico al dulce del cacto ucle con quesillo o queso.

Esta es una región abundante en frutas, principalmente las cítricos, bananas, sandías, paltas, mamones, ananás, guayabas, aguaís, quinotos granadas, mangos, etc. Estas permiten la preparación de postres, dulces y jugos. Entre los frutos locales se destacan los de la pitanga, la butiá (muchas veces confundida con la yatay), la palma pindó, el ananá, el aguaí, la guayaba, el mburucuyá.

A estas frutas se añaden las "nueces" de curí o cury ("Araucaria misionera") en las Sierras de Misiones, la caa'jé o "yerba dulce" (un endulzante natural perfectamente consumible por quienes no pueden consumir azúcares comunes), el yatey o yateí (especie de abeja melífera autóctona; Argentina es uno de los principales productores mundiales de miel), el mburucuyá (pasionaria o pasiflora, se utiliza para preparar infusiones ansiolíticas o sedantes y jugos refrescantes).

De las palmeras autóctonas se utilizan sus frutos (por ejemplo el pindó) y también su "cogollo" o "médula" llamada palmito. El palmito se extrae principalmente de una palmera de bajo porte conocida precisamente como palmito o palmera palmitera.

Durante la segunda mitad de siglo XX se ha difundido en gran parte de Argentina el consumo de "palmitos", preparados de un modo simple aunque muy sabroso, por ejemplo los palmitos con salsa golf (la salsa golf fue inventada en el "Golf Club de Mar del Plata").

También originado fuera de esta zona, tal como su nombre lo señala, es el queso Chubut. Sin embargo, durante el siglo XX el sur de la provincia de Buenos Aires ha sido importante productor de este tipo. Las pizzas argentinas suelen ser preparadas con musarela, queso que imita al italiano llamado mozzarella, aunque por lo general la musarela o mozzallera argentina es realizada con leche de oveja o leche de vaca, a diferencia de la leche de búfala que es la usada para la mozzarella italiana.
Los fideos y otras pastas (inclusive la polenta) suelen ser cubiertas con queso rallado de tipo parmesano o reggiano.

Otro queso de origen italiano bastante apreciado en Argentina (y muchas veces cocinado junto a los asados) es el provolone en una variante argentina denominada Queso Provolone Hilado Argentino, creada y patentada por Natalio Alba, en 1940.

Las preparaciones más comunes de pescados han sido simples escalopes de filet de merluza (por ejemplo el filet a la romana) y chupines. Con los mariscos se preparan en toda la Costa Atlántica del país cazuelas, en la costa patagónica se consumen guisos de centolla y pulpito patagónico, durante la católica semana santa se consume por tradición guiso de bacalao o de cazón previamente disecados salados y ahumados, también en esa época es algo más frecuente el consumo de pulpo en forma de guisos (por ejemplo pulpo a la gallega).

La cerveza-llamada popularmente directamente por su nombre italiano en muchas ocasiones "birra"- compite desde la segunda mitad de siglo XX con los vinos. La industria cervecera surge a fines de los años 1860 traída por colonos alsacianos; las principales cervecerías se instalaron inicialmente casi en el centro de la ciudad de Buenos Aires, poco tiempo luego surgían otros polos cerveceros con producción industrial de cerveza.

El té.- El influjo cultural inglés ocurrido durante todo el siglo XIX y las dos terceras partes del siglo XX, especialmente entre la clase media urbana (y téngase en cuenta que la clase media urbana argentina es la mayoría de la población argentina) influjo reforzado a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX por el resurgir del "Lejano Oriente" ha hecho que también sea muy común el consumo de té.

El mate cocido.- Como variedad del mate, el mate cocido es una infusión típica de las gastronomías del Cono Sur. Se prepara hirviendo yerba mate en agua, luego se cuela, y se sirve en tazas.

Es una bebida de sabor amargo similar al mate pero más suave, con las mismas propiedades estimulantes y nutricionales que éste. También se comercializa yerba mate en saquitos, para poder preparar el mate cocido de la misma forma que el té. Puede endulzarse con azúcar u otro edulcorante y agregársele leche a la bebida obtenida.

Entre los postres todavía algunas preparaciones se mantienen vigentes en nuestros días. El caso más representativo de una receta que sigue viva dentro de la gastronomía nacional es el arroz con leche. Con o sin el arroz, la leche es uno de los ingredientes más requeridos en los dulces. La leche asada (uno de los antepasados más cercanos del flan actual) es el resultado de la combinación de leche, huevos y vainilla.

Restaurantes de Argentina

La milanesa es uno de los paltos preferidos de los argentinos. Hay restaurantes que preparan napolitanas de alta gama, te mencionaremos algunos restaurantes.

1. Mejor milanesa económica: Gardelito. Está claro que la mila es una minuta al alcance de cualquier bolsillo y que la mayoría de los restaurantes tiene en su carta milanesas correctas a precios ídem. Pero lo de Gardelito es un hit de la relación precio-calidad, sobre todo en un barrio como Palermo Hollywood, lleno de restaurantes caros. La napolitana viene para compartir entre dos (guarnición de fritas o puré mixto incluida).

2. Mejor milanesa de soja: Bio. Antes de que nos insulten los fervientes amantes de la tradicional milanesa de ternera, nos atajamos: mal que les pese a muchos, los vegetarianos existen. Para ellos, y para los que les gusta comer liviano, están las milanesas de soja, pero no cualquier milanga sojera. En el mundo light, Bio marca la pauta: pionero de la comida orgánica y sana, en esta esquinita de Palermo te la traen con arroz yamaní y chop de vegetales. Simple, rica y natural. Nadie espera mucho más que eso. Sale .

3. Mejor milanesa de bodegón: El Preferido de Palermo.- En el Preferido de Palermo sobresalen: crocantes, redonditas, perfectas, casi como medallones que salen de a dos y con puré por . Por cuatro pesos más, la tenés napolitana y con fritas.

4. Mejor milanesa napolitana: Standard. La de Standard va camino a convertirse en un clásico milanguero porteño. Este restó chic de Palermo fue uno de los primeros en llevar la milanesa a niveles Premium con elaboración y productos de alta gama. Su napolitana es a base de lomo desgrasado, empanado y después cubierto por jamón cocido, panceta, salsa de tomate, queso pategrás y queso cuartirolo.

5. Mejor pizzanesa: Los Chanchitos (y sucursales). Hoy se vende en muchos lados como “milanesa a la pizza”, pero en verdad se llama pizzanesa.

6. Mejor variedad de milanesas: El Club de la Milanesa. Un restaurante que sólo vende milanesas no podía quedar afuera de este to.

Si de degustar las mejores pastas se trata, los especialistas coinciden en un nombre: Italpast. Este restaurante, que se encuentra en Campana, es el elegido por los amantes de los espaguetis, el plato fuerte. Inaugurado a fines de 1995 como rotisería, se transformó en un restaurante debido a la gran cantidad de público que se reunía allí.

El espagueti alla puttanesca, con salsa de tomates, aceitunas negras, anchoas y alcaparras, es de lo más pedido, aunque todas las pastas son deliciosas.

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