Las montaña. Eminencia natural que atrae a los hombres.





Aunque sea muy peligrosa, la montaña ha atraído siempre a los hombres. En un principio el hombre consideró a la montaña como un obstáculo infranqueable; en consecuencia la imaginó como la morada de los dioses.

En nuestros días, sin embargo, las carreteras, los túneles y las construcciones realizadas sobre las pendientes vertiginosas son ejemplos que demuestran su espíritu de inventiva.

Para los sabios, la montaña fue durante mucho tiempo un misterio. No se explicaban, por ejemplo, la presencia de conchas fósiles, de origen marino, en las cumbres más elevada. Pensaban que, en tiempos del diluvio, una gigantesca ola las había echado allí.

Cuando se abandonó por fin esta hipótesis, tuvieron que admitir que, si las conchas se encontraban en las cumbres, era debido a las deformaciones sufridas por la corteza terrestre.

Como la demostrara Horace Benédict de Saussure (1740-1799), uno de los primeros en escalar el Mont-Blanc, estos fósiles fueron depositados en fosas de sedimentación y luego, en el curso de las eras geológicas, sufrieron los efectos de inmensos plegamientos que los elevaron.


Nuestra Tierra, un bloque en movimiento, construye su relieve de forma imperceptible. El Mont-Blanc, por ejemplo, es el fruto de un largo trabajo.

El nacimiento de la isla de Monte-Nuovo, en la bahía de Nápoles en 1538, ante la mirada atemorizada de los napolitanos no deja de ser una sorprendente excepción debido al volcanismo.

Las montañas más elevadas del mundo son jóvenes. Formadas hace unos 65 a 100 millones de años, no tienen las formas gastadas que la erosión ha originado en los antiguos escudos cuya edad oscila entre los mil y los tres mil millones de años.




Clasificación de la montaña

En función de su distribución y de su formación, las montañas se clasifican en dos categorías: las que pertenecen al dominio andino, en América, y las que en Europa y Asia pertenecen al dominio alpino.

El dominio andino es una larga cordillera que se extiende al borde del Pacífico a lo largo de más de 12.00 kilómetros desde Alaska a la Antártida.

Numerosos volcanes, todavía activos, y frecuentes terremotos atestiguan su permanente movimiento. Entre estas montañas se encuentran extensas mesetas, tales como las de:

Estados Unidos (Gran Bassin), las de México y Bolivia, cuya altitud supera con frecuencia los 2.000m.

Grandes ciudades se han asentado también en aquellas alturas: Quito a 2.816 m, Bogotá a 2.650 m, México a 2300 m.

El dominio alpino el dominio es diferente. No se trata de una cordillera casi lineal como en el caso americano sino de una serie de cordilleras.




Se subdivide, a su vez, en:

  • El dominio europeo, con los Alpes propiamente dichos, que comprenden territorios de Italia, Francia, Suiza, Austria y Yugoslavia. Su cumbre más elevada es el Mont-Blanc (4.807 m).
  • El dominio asiático o himalayo, del nombre del Himalaya, cuya anchura media es de 200 km. Se distinguen cuatro zonas esenciales.
  • Los Siwaliks, al sur, cuya altitud media es de 2.000m.
  • El Himalaya medio (4.000m de promedio)
  • El gran Himalaya, con el Everest (8.8428 m), la cumbre más elevada del mundo, así como otros “8.000” famosos: el K2, El Annapurna, el Makalu, el Dhaulagiri, etc.
  • La meseta tibetana, al norte.
  • En la vertiente norte, más seca, crece una vegetación pobre; en la vertiente sur, por el contrario, a medida que se va subiendo la jungla, el bosque denso, el bosque templado (robles, abedules), la pradera alpina a partir de 3.500 m y finalmente las nieves perpetuas.
  • En las montañas himalayas nacen importantes ríos. Destacan el Indo (3.180 km), el Brahmaputra (3.000 km) y el Ganges (2.700 km).

Climas de la montaña

Los climas de las montañas subdividen en tres tipos esenciales:

El clima alpino: con inviernos abundantes en nieve, con veranos frescos y lluviosos. Algunos valles están poco soleados.

El clima atlásico (el Atlás es una cordillera del Norte): la cantidad de nieve caída es menor y no resiste a un verano muy caluroso. Las lluvias son sin embargo, abundantes.

El clima tibetano: es un clima muy árido (pocas precipitaciones) que se manifiesta por grandes oscilaciones térmicas entre el día y la noche. Es característico de las Montañas Rocosas (Estados Unidos), las montañas de Asia (excepto el Himalaya, que es más húmedo).

Llueve más en la montaña que en la llanura. El aire se enfría al elevarse y la cantidad de agua contenida en las nubes excede del punto crítico. Es por esta razón por lo que la lluvia abunda más en la montaña. Cuando las masas de aire circulan en un preciso, normalmente ocurre que una de las vertientes es más lluviosa que la otra.

Es preciso conocer también otra característica de la altitud: la temperatura disminuye con la altitud; como término medio, cada vez que se sube 160 m, la temperatura baja un grado. Esto equivale a decir que en nuestras latitudes, a partir de los 3.300 m, desaparece el agua y dominan las nieves perpetuas.

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