Contaminación del agua. Cuida el futuro del planeta.

El agua del mundo está contaminada, esta aseveración está comprobada y su contaminación no es solamente de estos tiempos.

Si hacemos un repaso de la historia, está científicamente probado que la degradación de las aguas es muy antigua.

En lugares como la desembocadura del Nilo, hay niveles altos de contaminación paulatina desde hace siglos. En este siglo XXI, se ha extendido este problema a ríos, lagos y mares de todo el mundo.

Inicialmente fueron los ríos, lagos y mares de las zonas portuarias en las grandes ciudades y las zonas industriales las que recogían las basuras y a la vez se transformaron en sucias cloacas que arrastraban productos químicos, espumas y toda clase de contaminantes.

Con la industrialización y el desarrollo económico este problema se ha ido trasladando a los países en vías de desarrollo, a la vez que en los países desarrollados se producían significativas mejoras al respecto.

El ciclo natural del agua tiene una gran capacidad de purificación. Sin embargo, esa facilidad de regeneración del agua, y su engañosa abundancia, hace que se convierta en el vertedero habitual en el que se arrojan los residuos producidos por casi todas las actividades fisiológicas, industriales y domesticas, como los pesticidas, desechos químicos, metales pesados, residuos radiactivos, etc, se encuentran en cantidades mayores o menores, al analizar las aguas de los más remotos lugares del mundo.



Estas están contaminadas y se han vuelto muy peligrosas para la salud humana, y nocivas para la vida.

Contaminantes del agua

Los contaminantes del agua se clasifican en ocho grandes grupos:

1. Microorganismos patógenos. En este grupo están comprendidos los diferentes tipos de bacterias, virus, protozoos y otros organismos que transmiten enfermedades como el cólera, tifus, gastroenteritis, hepatitis, etc.

En los países económicamente subdesarrollados las enfermedades producidas por estos patógenos es una de las razones  más importantes de muerte prematura, especialmente de niños.
Por lo general estos microbios llegan al agua en las heces y otros restos orgánicos que producen las personas infectadas. Por ello un buen índice para medir la salubridad de las aguas, en relación a estos microorganismos, es el número de bacterias coliformes presentes en el agua.

La Organización Mundial de la Salud OMS recomienda que en el agua para beber debe haber 0 colonias de coliformes por 100 ml de agua.

2. Desechos orgánicos. Son los residuos orgánicos producidos por los seres humanos, ganado en el que están también incluidos heces y otros materiales que pueden ser descompuestos por bacterias aeróbicas, es decir en procesos con consumo de oxígeno.

Cuando este tipo de desechos se encuentran en exceso, la proliferación de bacterias agota el oxígeno, por lo tanto todo signo de vida se extingue en estas aguas. Los índices para medir la contaminación por desechos orgánicos son la cantidad de oxígeno disuelto, OD, en agua, o la Demanda Biológica de Oxígeno- DBO.

3. Sustancias químicas inorgánicas. En este grupo se encuentran los ácidos, sales y metales tóxicos como el mercurio y el plomo. Si están en grandes cantidades  logran causar graves daños a los seres vivos, reduce los rendimientos agrícolas y corroe los equipos que se usan para trabajar en el agua.




4. Los nutrientes vegetales inorgánicos como nitratos y fosfatos son sustancias solubles en agua que las plantas necesitan para su desarrollo, mas si se encuentran en exceso inducen el crecimiento desmesurado de algas y otros organismos provocando la eutrofización de las aguas. Cuando estas algas y otros vegetales mueren, al ser descompuestos por los microorganismos, se agota el oxígeno y se hace inadmisible la vida de otros seres vivos. El resultado es un agua maloliente e inutilizable.

5. Los compuestos orgánicos. Las moléculas orgánicas como petróleo, gasolina, plásticos, plaguicidas, disolventes, detergentes, etc. Terminan en el agua y permanecen, en algunos casos, largos períodos de tiempo, ya que al ser productos  fabricados por el hombre, sus estructuras moleculares complejas son difíciles de degradar por los microorganismos.

6. Sedimentos y materiales suspendidos. Muchas partículas arrancadas del suelo y arrastradas a las aguas, junto con otros materiales que hay en suspensión en las aguas, son, en términos de masa total, la mayor fuente de contaminación del agua. La turbidez que provocan en el agua dificulta la vida de algunos organismos, y los sedimentos que se van acumulando destruyen sitios de alimentación o desove de los peces, rellenan lagos o pantanos y obstruyen canales, rías y puertos.

7. Sustancias radiactivas. Los isótopos radiactivos solubles tal vez estén presentes en el agua y pueden irse acumulando a los largo de las cadenas tróficas, alcanzando concentraciones considerablemente más altas.

8. La contaminación térmica. El agua caliente liberada por centrales de energía o procesos industriales eleva, eventualmente, la temperatura de ríos o embalses con lo que disminuye su capacidad de contener oxígeno y afecta la vida de los organismos.

Prevenir la contaminación del agua

Nosotros debemos ayudar a prevenir la contaminación del agua. Muchos de los gobiernos cuentan con leyes que cubren la contaminación de las industrias, pero muchas de las actividades que las personas hacen a diario contribuyen al problema.

Entre las medidas para prevenir la contaminación del agua, cabe mencionar las siguientes:

Recoge los residuos de tu mascota. Esta es una forma de contaminación del agua que puedes prevenir.

Arrojar una colilla de cigarrillo en el suelo cerca de una rejilla significa que eventualmente llega a un cuerpo de agua.

Debes utilizar con cuidado los productos para el hogar, tales como pintura y disolventes. Estas sustancias químicas pueden causar la contaminación del agua cuando no se dispone de ellos correctamente. Usa depósitos de eliminación de residuos dañinos.

Evita utilizar en la agricultura agroquímicos de alta toxicidad, como insecticidas y fungicidas químicos.